Kirsten Gonzalez sabe muy bien lo que es hacer una llamada urgente en medio de una crisis. Es una operadora de 911 con muchos años de experiencia en Indiana.
Su crisis financiera comenzó en 2014, cuando falleció su padre. “Mi madre estaba inestablemente en lo financiero en ese momento, así que la ayudamos”, cuenta Kirsten.
Pero mientras apoyaba a su madre, su esposo tuvo que salir del país durante dos meses.
“Mi esposo es de México. Según los abogados de inmigración, tenía que regresar para hacer un proceso de entrevista con el consulado allá, de manera que pudiera entrar legalmente a Estados Unidos otra vez cuando terminara.”
La pareja tenía dos niños pequeños, y la pérdida del ingreso de su esposo, que trabajaba remodelando casas, rompió su presupuesto.
“Tuve que sacar tarjetas de crédito para ayudar a pagar las facturas”, dice. “Luego mi madre falleció. Ella había cancelado su seguro de vida porque no podía pagarlo, así que tuve que costear el funeral.”
Para entonces, ya tenía casi 25,000 dólares en deudas de tarjetas de crédito.
“Tenía pagos de carro, pagos de casa, alimentación y ropa para mis hijos, y citas médicas con ellos”, cuenta Kirsten. “Era una cosa tras otra constantemente. Llegó un punto en que simplemente no podía seguir al día con los pagos.”
Haciendo la llamada
El trabajo de Kirsten como operadora del 911 fue, de hecho, lo que la llevó a Consolidated Credit.
“Tengo un Programa de Asistencia al Empleado (EAP) a través de mi trabajo”, explica. “Me puse en contacto con ellos y conseguimos un asesor financiero mediante mi EAP, quien me dijo que conocía una empresa que podía ayudarme. Esa empresa era Consolidated Credit.”
Hizo la llamada y se inscribió ese mismo día en un Programa de Manejo de Deuda. Así describe esa llamada:
“Fue muy abrumador darme cuenta de cuánta deuda tenía realmente. Era muy estresante. Estaba llorando al teléfono con el consejero. Le seguía preguntando: ‘¿Está seguro de que esto es real? ¿Que realmente puedo pagar mis deudas?’ Él me tranquilizó. ¡Ahora estoy ahorrando 600 dólares al mes! ¡Hoy en día realmente puedo permitirme mas cosas!”
Al inicio del programa, Kirsten a veces dudaba que fuera a funcionar.
“Sí, estaba un poco asustada. Revisaba el portal en línea para ver mi deuda y asegurarme de que los pagos se enviaban”, recuerda. “Me aterraba que esto no fuera a suceder.”
Ese miedo le duró semanas.
“Probablemente fue después del segundo mes cuando pensé: ‘Ellos realmente me respaldan y están más que dispuestos a ayudarme’”, dice Kirsten. “Simplemente dejé de preocuparme. Puse toda mi confianza en Consolidated Credit.”
Lo que viene después
Hoy sus hijos tienen 13 y 16 años. Ella espera que ninguno de ellos tenga que recurrir a Consolidated Credit.
“Leí toda la información que ofrece Consolidated Credit, y espero poder transmitir esa educación a mis hijos, porque no quiero que sufran con las deudas que yo sufrí cuando sean mayores”, comenta.
Actualmente, Kirsten está construyendo un fondo de ahorros de emergencia. Después, planea unas vacaciones familiares.
“No hemos tenido una en ocho años”, dice. “Mis hijos quieren ir a Universal Studios y Disneyland, y quieren ir a ver a sus tías en México y a la playa. Hay tantos lugares a los que queremos ir. Y ahora podemos.”
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