Día a día la forma en que las personas pagan por cosas pequeñas ha ido cambiando. Y en estos días, más consumidores confían en efectivo en lugar de endeudarse con tarjetas de crédito.
Un reciente estudio realizado por Javelin Strategy and Research encontró que el 79 por ciento de los consumidores realizaron pequeñas compras con efectivo en los últimos siete días, según un informe del Huffington Post. Eso se compara con la combinación de sólo 65 por ciento de consumidores que usaron crédito o débito. Sin embargo, los expertos dicen que mientras que el uso de efectivo está siendo usado más frecuentemente, no quiere decir que es cada vez más popular.
Compras con tarjetas de crédito, débito y dinero en efectivo
Durante y después de la reciente recesión, los consumidores empezaron a depender más de tarjetas de débito y dinero en efectivo que en crédito para hacer compras de menor importancia, según el informe. El débito, en particular, probablemente se hizo más popular porque usuarios regulares de tarjetas evitaron llevar demasiado efectivo en sus bolsillos, pero a la misma vez tampoco quisieron endeudarse más con sus tarjetas de crédito.
Pero con las nuevas tarifas que los bancos impusieron en las tarjetas de debito, consumidores también van a tener cuidado con sus tarjetas de debito, según el informe. Se espera que el uso de tarjetas de crédito crezca de nuevo, ya que los consumidores volverán a gastar dinero normalmente.
Tarjetas de prepago
Como consecuencia del menor uso de las tarjetas de débito y de crédito, los bancos están buscando nuevas maneras de generar ingresos, señaló el informe. Algunos están probando cajeros automáticos que dispensan tarjetas de prepago, además de dinero en efectivo. Esto se debe a que las tarjetas de prepago son una nueva tendencia en el sector bancario, sobre todo porque son muy populares entre los consumidores que no pueden pagar otras cuentas bancarias o tarjetas de crédito.
La otra forma en que los bancos están tratando de generar ingresos es ofreciendo tarjetas de crédito a más personas, y aumentando el valor de los programas de recompensas para las personas con buen crédito, dijo el informe. Mediante la ampliación de las normas de crédito, los emisores de tarjetas esperan que los consumidores estén más dispuestos a pedir prestado de nuevo.
Durante la recesión, millones de consumidores se atrasaron tanto con sus pagos de tarjeta de crédito que sus prestamistas categorizaron sus balanzas como incobrables. Estos cargos dedujeron enormemente el puntaje de crédito de los consumidores, y les llevó a ser incapaz de encontrar nuevas líneas de crédito. Sin embargo, como los préstamos están siendo un poco más fáciles de conseguir, muchos consumidores están aprovechando la oportunidad.
