Muchos jóvenes se enfrentan a situaciones financieras difíciles después de que se gradúan. Los graduados universitarios pueden pasar meses buscando un puesto de trabajo. A la búsqueda de trabajo se suma el alquiler de un apartamento, los gastos comunes y las deudas de tarjeta de crédito. Los préstamos estudiantiles son otra obligación que crea un escenario abrumador para los jóvenes que recién están empezando.
Muchos jóvenes desbordados por sus finanzas no son conscientes de los recursos disponibles para ellos. Esto puede conducir a estrés, errores de presupuestación y manchas en su historia de crédito para aquellos que todavía están aprendiendo a cómo manejar sus ingresos. Por eso es importante que los jóvenes sepan cómo manejar su dinero, y cuando es el momento de buscar ayuda financiera.
Los préstamos estudiantiles deben ser una prioridad
En primer lugar, los préstamos estudiantiles deben ser una prioridad. Los datos del Proyecto de Deuda de Préstamos Estudiantiles muestran que el promedio de graduados debe $25,250 en deudas. Los préstamos estudiantiles superaron las deudas de tarjetas de crédito de los jóvenes, y en este momento es la deuda más grande que la mayoría de los jóvenes tiene. Hay varios programas que permiten a los individuos consolidar sus préstamos y hacer que sus pagos mensuales sean más accesibles.
En segundo lugar, también es fundamental centrarse en reducir la deuda de tarjeta de crédito. Los balances de tarjetas de crédito pueden reducir los ingresos de los jóvenes y hacer que sea difícil ceñirse a un presupuesto, como también mantener un historial de crédito sólido, o establecer un fondo de ahorro adecuado.
Las personas pueden llevar sus obligaciones financieras de manera eficiente, mediante el establecimiento de un presupuesto. Un error común que cometen los jóvenes es crear un presupuesto que omite cosas pequeñas. Los costos de gas, alimentos y entretenimiento se suman y pueden poner en peligro su capacidad de adherirse a un plan de gastos.
Establecer un presupuesto inicial, y pagar los préstamos y saldos de tarjetas de crédito puede ser una experiencia difícil para los jóvenes recién graduados. Es importante empezar con el pie derecho, apoyándose en todos los recursos disponibles, tales como servicios de asesoría de crédito y profesionales financieros, para establecer un gasto estricto y plan de pago desde el principio. El establecimiento de un crédito fuerte, el mantenerse libre de deudas y la creación de una cuenta de ahorros saludable puede ayudar a construir una base sólida que conduzca hacia la independencia financiera.