De la casa de sus sueños a una pesadilla de deudas
Las mascotas de Lisa destruyeron sus pisos y paredes. Las reparaciones destruyeron su crédito.
Lisa amaba a sus dos loros gigantes, Tantra y Ariel, pero no amaba la forma en que comían. Usando sus picos, arrojaban los residuos y otras comidas a las paredes. Además de que no eran los únicos que estaban destruyendo su hogar. Su perro Sage había destrozado las alfombras.
Con todo ese daño, Lisa sabía que necesitaba algunas reparaciones. Ella aprovechó la oportunidad como una buena excusa para remodelar toda su casa en Louisiana, desde los mesones de granito hasta electrodomésticos de acero inoxidable y pisos laminados. La renovación tuvo un costo de $16,000, pero solo tenía ahorrado $6,000. Entonces, $10,000 se fueron a sus tarjetas de crédito.
Luego se vió afectada con otra reparación. Tuvo que pagar $6,000 para arreglar su techo después de una temporada de lluvias y vientos fuertes.
No podía pagar esos saldos porque «las tasas de interés eran tan altas que no podía ponerme al día». La bancarrota se avecinaba.
“Lo último que quería era la bancarrota”, recuerda Lisa. “Así no es como me criaron”.
Deprimida en su casa recién remodelada, vio un comercial de Consolidated Credit.
Era imposible mantener tantos pagos
Cuando no pudo pagar las reparaciones por cuenta propia, Lisa encontró una solución “creativa”.
Puso las facturas en tres tarjetas de crédito tradicionales y una tarjeta de crédito de una tienda de muebles popular. Los pagos mensuales parecían factibles ya que estaban repartidos entre tantas cuentas.
“Las llevé al máximo haciendo la renovación de la casa. Pensé que iba a poder mantener mi puntaje de crédito y estar al día con todos los pagos”.
Después de unos años, esa esperanza se vino abajo. Habían demasiados pagos para mantenerse al día y el interés incrementó rápidamente.
“Estaba empezando a ahogarme por todas las deudas en las que estaba, y seguían aumentando cada mes. Eventualmente, no pude hacer ni siquiera los pagos mínimos. Perdí la cabeza por la cantidad de deudas”.
Estaba entrando en aguas peligrosas
Lisa había oído hablar de prestamistas disfrazados de programas de consolidación de deuda y no quería salir perjudicada como tantos otros.
“Hay tantos mentirosos por ahí que se aprovechan de las personas que están luchando. Hacen que suene muy bien, pero luego aumentan tu tasa de interés o te cobran más de lo que se suponía”.
La promesa de Consolidated Credit de una vida libre de deudas era una de esas cosas que sonaban demasiado buenas para ser verdad. Estaba atrapada entre dos decisiones difíciles, la bancarrota o poner su confianza en una empresa desconocida.
Lisa investigó a Consolidated Credit y después de leer las reseñas, decidió confiar y llamarlos.
“Realmente me hizo sentir mucho mejor. Fueron muy transparentes y me explicaron completamente cómo trabajan”.
Encontrar la solución
Justo cuando estaba lista para darse por vencida, Lisa encontró la ayuda que necesitaba en el momento preciso.
«Después que el personal de Consolidated Credit me hablara por teléfono, sentí como que me quitaron un gran peso de encima».
Consolidaron miles de dólares que Lisa debía entre cuatro acreedores diferentes, colocando la deuda en un plan de pagos manejable para ella. Pudo pagar su deuda por completo en unos tres años y su puntaje de crédito aumentó 30 puntos.
Pero el camino no fue fácil.
La pandemia golpeó cuando Lisa estaba a la mitad de su programa con Consolidated Credit. Más de 8 millones de personas fueron despedidas en 2020 y, lamentablemente, Lisa fue una de ellas. Trabajó para esa empresa durante 19 años.
Ella lo llama una “bendición disfrazada” ya que hoy hace el mismo tipo de trabajo desde su propia casa. Sin embargo, al principio no se sentía así. Estuvo desempleada durante un año y, debido a la difícil situación en la que se encontraba, no hizo un par de pagos de su programa de manejo de deudas.
“Consolidated Credit fue muy comprensivo y trabajaron conmigo. Me pusieron al día y pude completar el programa. Me hicieron sentir aún mas confiada de ellos como empresa”.
Ella dice que ha aprendido mucho desde que hizo esas enormes compras con tarjeta de crédito.
“[El programa] me enseñó lo rápido que podía caer en la parte más profunda del ‘abismo’ de las deudas de tarjetas de crédito y lo rápido que daña mi puntaje de crédito. ¡Nunca más quiero volver a ponerme en esa posición!”
Después de años de trabajo duro, Lisa pudo restaurar su cocina y su crédito.
Si los cargos en las tarjetas de crédito del hogar han hecho que sus facturas se disparen, podemos ayudarle. Hable hoy con un consejero de crédito certificado.
